La Hipoterapia y sus beneficios

La Hipoterapia es un tratamiento kinésico no convencional; en el cual los caballos se utilizan como instrumento terapéutico utilizado para rehabilitar, educar a personas con capacidades diferentes. Esta terapia mejora la calidad de vida y las capacidades personales, potenciándolas al máximo.
La Hipoterapia es un tratamiento para ayudar a solucionar problemas físicos y emocionales en pacientes con alteraciones neuromusculares. El kinesiólogo(a) busca aprovechar de mejor forma el movimiento del caballo. De esta manera facilita el del paciente con patrones más cercanos a la normalidad.

Su gran aporte se encuentra en ciertas características que el caballo transmite por medio de su lomo y sus movimientos:

-Transmite su calor corporal ( 38°) que pasa al cinturón pélvico y a las piernas.

-Su impulso rítmico ( 90 a 110 por min) se transmite al cinturón pélvico del paciente y pasa por la columna vertebral hasta la cabeza.

-Transmisión de un patrón de locomoción equivalente al patrón fisiológico de la marcha humana. Una serie de oscilaciones tridimensionales como son avance y retroceso, elevación y descenso, desplazamiento y rotación que se graban en el cerebro y se automatizan con el tiempo.

Beneficios de la Hipoterapia

En el área psicológica / cognitiva: mejora la autoestima y el autocontrol de las emociones, así como la confianza en uno mismo y la capacidad de atención; trabaja la memoria y potencia el sentimiento de normalidad.

-En el área de comunicación y lenguaje: mejora y aumenta la comunicación gestual y oral, así como la articulación de las palabras

-En el área psicomotora: la Hipoterapia mejora el equilibrio, la coordinación, los reflejos, la planificación motora, la capacidad de relajación de la musculatura y el estado físico en general; fortalece los músculos y reduce los patrones de movimiento anormales.

-Los cambios se notan en muy poco tiempo.

-La terapia se realiza en un lugar abierto. Por lo que está expuesto a diversos estímulos sonoros, táctiles y visuales, muy favorables para quien realiza la terapia.

Esta tipo de terapia se recomienda a personas que padezcan enfermedades y discapacidades; como por ejemplo: esclerosis múltiple, autismo, síndrome de Down, espina bífida, traumas cerebrales, distrofia muscular, anorexia, así como enfermedades neurodegenerativas y traumatológicas.