Se trata de una enfermedad pulmonar crónica producida por una inflamación bronquial que obstruye la vía aérea de manera total o parcial. También causa hiperreactividad bronquial o respuesta aumentada de la vía aérea frente a diversos estímulos.

En Chile, entre un 5 y un 10% de la población sufre esta enfermedad. asma

Síntomas del Asma bronquial

  • Tos: en general y más intensa en la noche y en la mañana. Se desencadena con los cambios de temperatura, la risa o al respirar profundo. Habitualmente es con escasa expectoración, de color blanco, densa y difícil de eliminar.
  • Pecho apretado: sensación de opresión que impide la entrada y salida fácil de aire a los pulmones.
  • Falta de aire: sensación de ahogo.
  • Respiración sibilante: la entrada y salida del aire produce un silbido, más frecuentemente percibido al estar en posición acostada.

Causas del Asma bronquial

  • Genéticas.
  • Ambientales.
  • Aero-alergenos: pastos, malezas, plátano oriental, caspa de animales.
  • Ejercicio físico, como sucede con el asma de ejercicio.
  • Aire frío.
  • Aire acondicionado.
  • Humo de cigarrillo y smog.
  • Infecciones respiratorias, especialmente las virales.
  • Fármacos (aspirina, beta bloqueadores).
  • Estrés emocional.
  • Ambiente laboral (amasanderías, fábrica de colchones de espuma, entre otros).
  • Reflujo gastroesofágico.
  • Alimentos y preservantes.

Factores de riesgo

Hay factores que pueden aumentar la posibilidad de sufrir asma bronquial en una persona genéticamente predispuesta, como los siguientes:

  • Tabaquismo de los padres.
  • Historia familiar de asma.
  • Infecciones respiratorias frecuentes en la infancia.
  • Bajo peso al nacer.
  • Vivir en una ciudad con alta contaminación ambiental.
  • Obesidad.

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza a través de exámenes como:

  • Espirometría: se le pide al paciente que elimine con fuerza el aire de los pulmones hacia un aparato (espirómetro) después de una inspiración máxima, a fin de hacer mediciones de la capacidad de sus pulmones y comprobar si hay obstrucción de los bronquios.
  • Flujometría: mediante un sencillo dispositivo se puede medir el peak del flujo espiratorio (PEF). Éste es un buen método para conocer el estado de la función respiratoria del paciente.
  • Test de provocación con metacolina: si la espirometría es normal y el médico no logra una interpretación convincente de los síntomas (más intensos en la noche), puede solicitar este examen. Consiste en administrarle al paciente nebulizaciones con dosis crecientes de metacolina. Una prueba positiva contribuye al diagnóstico de asma.

Tratamiento

Existen medicamentos de rescate y de mantenimiento. Los primeros, alivian al paciente rápidamente de una crisis, y los segundos, evitan que tenga un cuadro crítico, desinflamando sus bronquios.

La vía inhalatoria es la más frecuentemente usada por su rapidez de acción, porque hace su efecto directamente en el bronquio y requiere ínfimas dosis en comparación con el tratamiento por vía oral.

Con la orientación del médico el paciente podrá comprender y llevar a cabo los siguientes aspectos del tratamiento:

  • Uso de un flujómetro: controlar el estado de la función respiratoria mediante este aparato, permite ver cuán eficiente es el sistema respiratorio para expulsar el aire desde los pulmones.
  • Medidas de control ambiental: si el asma se agrava por el contacto con aero-alergenos, como polvo de habitación, caspa de animales, emanaciones, humo de cigarrillo, etc., se deben adoptar medidas para evitar estos contactos, con lo cual aliviará la enfermedad y se necesitará menos medicamentos.
  • Uso adecuado de medicamentos: respetar las dosis, horarios de ingesta y permanencia de los tratamientos es esencial para mantener controlado esta enfermedad.
  • Información: aprender los aspectos del asma bronquial y establecer con el médico un plan de tratamiento para cuando la enfermedad esté estable y un plan de emergencia frente a una crisis.