El lumbago tiene manifestaciones que van desde una leve molestia, a un dolor intenso e invalidante que puede provocar gran limitación para realizar actividades cotidianas, por lo que suele ser un motivo de frecuente consulta.
Frecuentemente, el primer episodio de lumbago ocurre, habitualmente, entre los 20 y 40 años de edad y afecta tanto a mujeres como a hombres. En la mayoría de los casos, no existe una sola causa, sino que se produce por una combinación de factores como un esfuerzo mal realizado, sobrepeso, condición física deficiente -particularmente de los músculos abdominales y lumbares-, patología degenerativa (desgaste) de la columna vertebral, factores genéticos, tabaquismo, estrés y malas posturas.
Generalmente, estos cuadros no son graves y suelen durar un tiempo limitado. Sin embargo, hay ocasiones en que el dolor puede prolongarse e incluso volverse crónico.
¿Cómo tratar el lumbago?
El diagnóstico de esta enfermedad es habitualmente clínico, es decir, solo se requiere una detallada historia médica del paciente, complementada con el examen físico (sin necesidad de realizar exámenes).
En algunos casos, es posible que el dolor lumbar sea producto de otra patología o condición potencialmente grave. Para descartar esta posibilidad, se debe evaluar si existen otros antecedentes o síntomas asociados como por ejemplo, una baja de peso sin explicación, antecedente de cáncer, fiebre prolongada, traumatismos, cirugías de columna recientes o pérdida del control de esfínteres, de fuerzas o de sensibilidad en las extremidades inferiores.
En estos casos sí es necesario realizar exámenes de imágenes -como radiografías, scanner o resonancia magnética- o de laboratorio, para diagnosticar patologías más graves como hernias lumbares, tumores, infecciones o fracturas. En el caso de que alguna de estas enfermedades sea detectada, es necesario que el paciente sea evaluado por un cirujano de columna, de manera de realizar un tratamiento de forma oportuna.
Cuando no existen indicios de estas u otras patologías potencialmente graves, como ocurre en la mayoría de los casos, el tratamiento se enfoca en el alivio del dolor. Generalmente, se usan medicamentos como antiinflamatorios, analgésicos y relajantes musculares en forma combinada, junto con medidas físicas, como calor local y ejercicios de fortalecimiento de los músculos del abdomen y de la zona lumbar.
Debe evitarse el reposo en cama, ya que este se asocia a problemas como pérdida de masa muscular, rigidez articular y pérdida de densidad ósea, entre otros. Es recomendable mantenerse activo según tolerancia, evitando esfuerzos como flexionar el tronco de manera prolongada o levantar objetos pesados mientras dure el cuadro.
¿Cómo prevenir el lumbago?
Para prevenir episodios recurrentes de dolor lumbar, es aconsejable:
• Tener un peso adecuado.
- Realizar ejercicios para mantener una buena musculatura abdominal y lumbar.
• Evitar malas posturas o posiciones prolongadas. - Restringir esfuerzos excesivos o repetitivos con el tronco.
Bibliografía
https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-el-dolor-lumbar-13025464
https://www.sabervivirtv.com/traumatologia/dolor-lumbago-enfermedades_74
https://hospitalprivado.com.ar/programa-de-prevencion/un-mal-comun-el-dolor-lumbar.html
Artículos Relacionados
Propósitos Activos: Como incorporar el movimiento a tu vida diaria en este año
Comenzar el año incorporando más movimiento en tu rutina diaria no so es bueno para tu salud física, sino tambiénpara tu bienestar emocional. El...
Qué es la enfermedad de sever
La enfermedad de Sever es una inflamación e irritación de los cartílagos de crecimiento del talón. El cartílago de crecimiento es una capa de...
«Osgood-Schlatter: Causa del Dolor de Rodilla»
La enfermedad de Osgood-Schlatter da mucho menos miedo que su nombre. Aunque es una de las causas más frecuentes del dolor de rodilla durante la...