Ya han comenzado las clases. Los niños vuelven a sus colegios cargados de ilusiones y también de libros y útiles escolares. Y las mochilas escolares vuelven a cobrar protagonismo. No sólo por ser la compañera incondicional de los estudiantes, sino también porque los padres se instalan en la permanente duda de esta época: mochila con asa o mochila con carrito?

A raíz de las diversas consultas de madres y padres sobre los dolores de espalda que comienzan a sufrir los niños. La mayoría son por el mal uso de la mochila. Queremos abordar esta temática , incluyendo algunas medidas preventivas y correctoras de malas posturas al momento de utilizar la mochila escolar.

Según los últimos estudios más del 50% de los niños entre 12 y 15 años sufren dolor de espalda. Estos dolores son debidos a malas posturas, cargas inadecuadas para su peso, falta de ergonomía en el mobiliario escolar, entre otros.

Si comenzamos por el peso recomendable que pueden transportar los niños. Según la organización mundial de la salud (OMS) dicho peso no tendría que superar el 10-15% del peso corporal del niño. Estamos todos de acuerdo que muchas veces llevan más de ese peso. De ahí que aparezcan iniciativas como que los padres lleven antes del inicio escolar el material didáctico y los libros escolares. También fraccionar los libros en trimestres, para que no pesen tanto pero aún queda camino hasta conseguir reducir el peso de la mochila y que todos seamos conscientes de ese límite en el peso que pueden transportar los escolares.

Superada la cuestión del peso, la mayor polémica viene con la incorporación de las mochilas de carrito versus las mochilas convencionales de doble asa.

La mochila de carrito debería ser arrastrada hacia adelante. Porque si tiramos de ella, provocamos un extensión del hombro (brazo hacia atrás). Lo que pone en compromiso la articulación y aumenta el riesgo de padecer lesiones como síndrome subacromial, tendinitis o subluxaciones del húmero.
Está claro que los niños no transportan la mochila mucho rato pero al menos ese tiempo deberíamos hacer que la usen correctamente.

En cuanto al uso de la mochila escolar con asas, se recomienda los siguiente:

1. Usar las mochilas escolares de tamaño adecuado a la edad del niño

2. Hay que usar siempre los dos tirantes. Llevar la mochila sobre un solo hombro puede tensar sus músculos en exceso y dañar su columna vertebral en desarrollo. Los tirantes deben estrecharse lo máximo posible y  deben ser anchos y acolchados.

3. Cuando carguen el peso a la espalda lo hagan con la mochila subida a una mesa a la altura de su cadera, no desde el suelo.

4. El ancho de la mochila no debe ser mayor a la espalda del niño y la parte baja de la mochila debe reposar en la zona dorso-lumbar a unos 5 cm por encima de las caderas. Cuidado con llevar la mochila demasiado baja y apoyada en los glúteos o en la zona baja lumbar. Esta moda es muy común en adolescentes.

5. Utilizar las que posean varios compartimentos. Se debe usar el compartimiento más adecuado para cada objeto para repartir mejor la carga. Lo más grande y pesado tiene que ir en el compartimiento trasero cerca de la espalda.

6. Hay que tener cuidado al agacharse con la mochila en la espalda. La mejor manera es flexionando las dos rodillas.

7. El tiempo de transporte de libros en la mochila debe ser el menor posible.

Niños, padres y profesores debemos ser conscientes de la importancia que tiene el uso correcto de las mochilas escolares. Debemos prevenir futuros dolores de espalda.  Acortamiento de la musculatura Isquiotibial, rectificación de las curvas de la columna  e incluso desviación de la columna (escoliosis).