Con el progreso de la pandemia, la evidencia clínica muestra un amplio espectro de síntomas y complicaciones en personas recuperadas del COVID-19, como es el desarrollo de neumonía, no obstante, ya se observan consecuencias menos agudas, pero igual de preocupantes, como es el síndrome de fatiga post-viral.

Entre los síntomas que se presentan en este síndrome destacan:

Los síntomas pueden persistir en más del 70% de la población a las 3 a 4 semanas de haber tenido COVID y luego este porcentaje va disminuyendo a lo largo de las semanas. Algunos estudios europeos han mostrado que luego de 2 meses, un 50% de los pacientes pueden persistir con fatiga.  Los síntomas pueden ocurrir independientemente de la gravedad o de si el paciente requirió o no hospitalización.

La fatiga es el síntoma que más destaca. Es una respuesta normal del cuerpo a la lucha contra una infección viral como el COVID-19, se presenta como una sensación profunda de falta de energía en los músculos, manifestándose con inestabilidad para mantenerse de pie, incapacidad de mantener los brazos levantados mucho rato o dificultad para bajar escaleras, entre otras.

¿Cuándo consultar por una fatiga post Covid-19?

No existe un marcador que permita hacer un diagnóstico claro, por lo que se basa en el cuadro clínico y en la ausencia de otras causas que puedan explicar esta situación.

Es muy probable que vaya a pasar un par de semanas, incluso uno o dos meses en que aún no se tenga la energía física ni mental para estar exactamente igual a cómo te encontrabas antes de contraer la enfermedad. Es importante recordar que el COVID-19 afecta de manera diferente a distintas personas. Su impacto posterior no siempre refleja la gravedad de la enfermedad. Una persona no tiene que haber sido hospitalizada para experimentar fatiga u otros síntomas persistentes.

Cuando las personas comienzan a sentirse mejor, es tentador querer participar más plenamente en el trabajo, el ocio y las actividades sociales. Pero en los pacientes que están experimentando fatiga post COVID-19, es crucial que se realice de manera lenta y progresiva, según tolerancia física. Para algunas personas, puede ser necesario un programa de rehabilitación que le ayude a recuperar la funcionalidad.

En este perfil de pacientes es recomendable un plan de rehabilitación post-COVID en manos de un equipo interdisciplinario, compuesto por médicos, enfermeras, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, psicólogos y nutricionistas, entre otros.

Las actividades cotidianas sencillas como hacer la cama, la higiene personal, vestirse, amarrarse los zapatos, generan gran cansancio. Hay que tratar de levantarse, de caminar dentro de la casa, subir y bajar escaleras.  Una pauta de ejercicios y un kinesiólogo, contribuye sin dudas a evitar secuelas a largo plazo.

Si necesitas tratamiento o apoyo no dudes en llamarnos, en Kineplanet contamos con kinesiólogos especialistas que van a domicilio con todos los implementos necesarios para tu rehabilitación.