La correcta respiración se vuelve fundamental en ciudades contaminadas como Santiago y más aún en temporadas de otoño e invierno, cuando aumentan las enfermedades de tipo respiratorias, tales como la bronquitis obstructiva, el asma y la neumonía. Teniendo en cuenta esto, contar con una kinesiterapia respiratoria puede ayudar a hacer el proceso de recuperación a enfermedades complejas, algo mucho más sencillo.

La idea es poder mejorar en los pacientes el intercambio gaseoso que se ve alterado por las secreciones e inflamaciones que provocan las enfermedades. Mediante diversas técnicas, tanto niños como adultos podrán aumentar su capacidad de respiración cuando el frío haga de las suyas.

Técnicas empleadas para mejorar la respiración

– Vibraciones: son movimientos oscilatorios aplicados sobre el torax, con manos aplicadas al final de la espiración y perpendicular al pecho,  a fin de modificar las propiedades físicas del mucus bronquial y disminuir su viscosidad. De esta manera, se facilita el drenaje del mucus  cuando disminuye en cantidad

– Maniobras de tos asistida: hay que distinguir entre tos irritativa, no productiva o seca que debe inhibirse, y tos fisiológica que debe educarse. Es una técnica eficaz para drenar 5 o 6 primeras generaciones bronquiales ante síndromes obstructivos y los resultados se miden en función del mucus secretado.

– Ejercicios respiratorios: espiración lenta para limpiar las vías aéreas distales y aceleración del flujo espiratorio de los niños. Esto puede ser en distintas posturas, dependiendo de la condición del paciente. También se puede usar flutter para generar impulsos endobronquiales.

– Bloqueos: fuerza aplicada sobre el tórax, compresión durante ciclos respiratorios completos. Con esto, se distribuye el flujo aéreo en el árbol bronquial hacia zonas hiperventiladas y se potencia la musculatura respiratoria.

– Técnicas de compresión y descompresión: aplicación de fuerzas externas torácicas y/o abdominales para generar inspiraciones profundas. En la compresión, hay interacción gas-líquido y barrido pulmonar; en la descompresión, existe flujo de aire turbulento a contrarreloj, para que las secreciones asciendan y sean eliminadas.

– Aspiración de secreciones: usado en pacientes con lesiones o incapacidades del aparato respiratorio, a fin de evitar una disfunción.

– Movilización del paciente: se evita la obstrucción en quienes guardan reposo en cama, a través de la ventilación en distintas zonas y siguiendo diferentes posiciones.