La actividad física, junto con una buena alimentación, es clave para mantener una buena salud a todas las edades, pero adquiere especial importancia en las personas mayores.
Se ha demostrado que la inactividad física está relacionada con el desarrollo de algunas de las enfermedades de mayor prevalencia en el adulto mayor: problemas cardíacos, diabetes, hipertensión… además de contribuir a la pérdida de autonomía física y mental que conduce a la dependencia.
Los beneficios de la actividad física en adultos mayores
La tercera edad es una etapa de la vida en la que debemos poner mucha atención tanto en la salud física, como en la salud mental y socio-afectiva.
La actividad física puede actuar sobre las tres vertientes y ayudarnos a vivir una vida más sana, feliz y autónoma, siempre que la practiquemos con cuidado y atendiendo a nuestras características físicas y a nuestras necesidades particulares.
La actividad física nos puede ayudar a:
- Prevenir el envejecimiento prematuro, tanto interior (órganos) como exterior.
- Prevenir las enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y la trombosis, así como problemas respiratorios y digestivos.
- Mejorar la calidad del músculo y puede enlentecer la pérdida de masa muscular producida por el envejecimiento.
- Prevenir atrofias, lesiones musculares y óseas, y mejorar la movilidad articular.
- Mantener la capacidad respiratoria.
- Potenciar la fuerza, la resistencia y la flexibilidad.
- Mejorar los reflejos, la coordinación y el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas.
- Mantener el peso corporal y evitar la obesidad.
- Recuperación más fácil después de una enfermedad o lesión.
- La actividad física es clave en el tratamiento y prevención de la artrosis, osteopenia y osteoporosis.
- Nos ayuda a prevenir y tratar enfermedades no transmisibles como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y el cáncer de mamas y de colon.
- Nos ayuda a mejorar la calidad del sueño.
- Mejora nuestra capacidad para realizar otras actividades de la vida diaria.
Beneficios psíquicos de la actividad física en adultos mayores
- Trabajar la memoria y la atención.
- Mejorar la autoimagen y la autoestima.
- Mejorar el estado de ánimo, previniendo o mejorando la depresión, la ansiedad
- Mantener la autonomía psíquica.
Beneficios socio-afectivos de la actividad física en la gente mayor
- Ocupar el tiempo libre con actividades de ocio significativas y saludables.
- Evitar la soledad y la posible depresión asociada.
- Sentirse integrado en un grupo.
- Hacer nuevas amistades con personas de la misma edad pero que pueden tener gustos e ideas diferentes, obligándonos a pensar en nuevos temas.
- Rejuvenecernos por el contacto con gente más joven, si la hay que forme parte del grupo o por el contacto con el monitor/a de la propia actividad.
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