Camas elásticas y niños: ¿Como evitar riesgos y accidentes?

Son un clásico del verano y para muchos niños una fuente de entretención en la que pueden pasar horas y horas saltando con sus amigos. Desafortunadamente, hay ocasiones en las que esta actividad se puede interrumpir por culpa de un accidente. Las camas elásticas no se aconsejan en niños muy pequeños ni bebés, siendo los menores de seis años los más expuestos a fracturas y dislocaciones.

Lesiones más frecuentes

Las lesiones más comunes en los niños, principalmente menores de 14 años, son esguinces, torceduras y/o luxaciones de tobillo, manos y codos, en su gran mayoría.

Hay oportunidades en las que los accidentes son más graves y llegan a involucrar lesiones en la columna, de cráneo y las que están a nivel cervical. Estas, generalmente son producto de caídas fuera de la cama elástica que muchas veces ocurren porque saltan niños de distinta edad o peso al mismo tiempo, generando un efecto rebote.

Según la Academia de Pediatría de América, el 75% de los accidentes en camas elásticas se produce por un choque entre más de dos niños, por lo que los principales cuidados y precauciones que se deben tener en cuenta son:

Dependiendo del tamaño de la cama elástica, evitar que salte más de un niño a la vez.
Si van a saltar en grupo, impedir que lo hagan niños de diferentes edades, ya que las distintas estaturas y pesos hace que se dé un desequilibrio y los más pequeños queden en alturas y velocidades que son difíciles de controlar.
Tener control de que los resortes de la cama elástica estén lo suficientemente acolchados y bien instalados.
Controlar que la cama elástica esté puesta en una superficie plana y estable, donde no haya elementos peligrosos que la rodeen (muebles, árboles, ventanas, etc.).
Las camas elásticas no son recomendables para niños menores de 6 años ni bebés.
Asegúrate de que la cama elástica esté instalada en un terreno plano y que no haya obstáculos cercanos.
Instala malla de seguridad en buen estado y suficientemente alta para evitar caídas.
La malla de seguridad debe tener una puerta que controle el acceso. La puerta debe permanecer cerrada cuando la cama no se esté ocupando.
No permita que los niños/as den volteretas o vueltas de carnero, o que trepen la red perimetral. Estos son los principales responsables de lesiones en la espina cervical.
Corroborar que no existan agujeros en la cama elástica o su superficie, donde los niños puedan enganchar sus dedos, cabello o accesorios de la ropa (cordones, tirantes, cierres).
Preocuparse de que la cama elástica esté en buenas condiciones. Si no es posible arreglarla hay que desecharla.
Evitar las escaleras que favorezcan el acceso a esta de niños pequeños sin la debida vigilancia.
Lo más importante: que los niños salten siempre bajo la supervisión de un adulto.