Halloween una fiesta de disfraces y muchos dulces

Si bien es una fiesta de origen europeo, donde se mezclan creencias cristianas y creencias paganas, Celtas y Romanas, gracias a la gran industria comercial de Estados Unidos, hoy en día es una fiesta enfocada a los niños, donde ellos disfrazados salen a pedir dulces a cambio de no realizar una travesura.

¿Pero será recomendable que los niños consuman tantas golosinas?

Se preguntarán que tiene de riesgoso la celebración de Halloween, el riesgo está en el consumo excesivo de dulces o golosinas, no solo el 31 de octubre, sino que por varios días dependiendo de la cantidad de dulces que consigan. Este consumo excesivo y prolongado pueden ser perjudicial para la salud de nuestros niños por su alto contenido de azúcar.

Nutricionistas advierten que la mayoría de los dulces y golosinas que los niños consumen en esta fecha están fabricados en base a caramelo, el cual tiene como principal ingrediente el azúcar, además algunas golosinas contienen grasas saturadas, esto quiere decir que los dulces y golosinas son considerados alimentos con una alta cantidad de calorías en poco volumen. Claro está que el consumo esporádico de estos no debiese generar problemas, pero en esta festividad el consumo es de forma recurrente y en grandes cantidades, lo que puede generar alteraciones en la salud y en su conducta alimentaria y su relación con los alimentos.

Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que un niño menor de dos años no debería consumir exceso de azúcar y recomienda que el máximo de esta equivalga al 5% de la ingesta diaria. Cifras que pueden verse fácilmente sobrepasadas en esta festividad.

Dentro de los problemas que puede ocasionar el consumo excesivo y prolongado de dulces y golosinas encontramos el desarrollo de caries, alteración en la percepción de alimentos, por ejemplo, entre preferir una fruta va a preferir dulces o golosinas porque son más dulces, sobrepeso, obesidad, trastornos emocionales, los cuales pueden desencadenar ansiedad y bajo estado de ánimo. Es importante saber que el consumo excesivo y prolongado de azúcar en niños, puede causar alteraciones en las estructuras cerebrales que afectan la memoria y el aprendizaje, por lo tanto, a igual coeficiente intelectual, un niño que consume fructosa en forma de azúcar diariamente no va a rendir igual que un niño que no la consume. También se ha comprobado problemas en la dermis por el consumo excesivo de dulces como el acné.

Existen alternativas para poder disfrutar de esta festividad como, por ejemplo:

Moldes de jalea:En el mercado es fácil encontrar moldes con figures terroríficas como insectos o fantasmas. Úsalos rellenándolos con jaleas de colores.
Frutos secos:Poner un puñado de Frutos secos en pequeñas bolsas de papeles de colores y cerrarlos con una cinta, puede transformar Halloween en una celebración más saludable.
Frutas bañadas en chocolate:Frutillas, plátanos, naranjas o duraznos se pueden bañar en chocolate y dibujar figuras para adornarlas.
Fraccionar y moderar el consumo de dulces:Disminuye el consumo de otros alimentos que adicionen más azúcar como bebidas gaseosas, galletas, chocolates o helados.
Los niños deben comer antes de salira pedir dulces, de esta manera se reducirá su consumo.
Se debe revisar bien las etiquetas al comprar dulces, hay algunos que además de azúcar tienen grasas saturadas. Se aconseja elegir golosinas con menos calorías y menor aporte de azúcar.