Los pacientes que padecen Parkinson logran una mejor calidad de vida si comienzan tratamientos kinésicos apenas se tiene el diagnóstico.
El Parkinson es un proceso neurológico degenerativo y discapacitante que hasta el momento no tiene una solución definitiva. No obstante, junto con el avance farmacológico que permite alcanzar respuestas óptimas en los primeros años de su manifestación.
Una derivación temprana a tratamientos de kinesiología a cargo de profesionales aporta resultados significativos en actividades principales para la vida diaria.
Fortaleciendo actividades como caminar, mantener el equilibrio, girar en la cama, levantarse, sentarse, subir y bajar escaleras, ingresar o descender de un vehículo, tomar objetos, escribir, entre otras.
Frecuentemente los pacientes con Parkinson llegan a la rehabilitación de kinesiología mucho después de diagnosticada la enfermedad. Y cuando los recursos físicos y cognitivos se encuentran ya demasiado afectados. Y si bien el abordaje de la kinesiología no interviene para modificar los signos neurológicos. Este trabaja en la recuperación de las capacidades y habilidades pérdidas o perturbadas.
Los objetivos del tratamiento a cargo de profesionales de la kinesiología no solo se focalizan en la disminución de síntomas característicos como temblor, rigidez, bradicinesia (movimientos lentos)y pérdida del equilibrio, sino que se trabaja también en el acondicionamiento físico general para que el paciente mantenga una vida diaria activa con actividades ajustadas a las posibilidades, necesidades y contexto en el que se desenvuelven. El abordaje del kinesiólogo debe adecuarse a cada persona. Identificándose el impacto funcional que le generó la enfermedad. Es decir, las capacidades y habilidades que se vieron afectadas, y también analizar el contexto en el que desenvuelve el sujeto.
En Kineplanet contamos con especialistas idóneos que te pueden ayudar, guiar y acompañar en esta enfermedad.