Nutrición en invierno para adultos mayores

Llegó el frío y trae consigo algunas consideraciones que tener en la alimentación de nuestros adultos mayores. El frío que ya está en aumento y las defensas de las personas mayores bajan, de esta forma, llegan las gripes y resfríos. A esto le sumamos el encierro por el frío que no nos hace las cosas más fáciles en relación con las enfermedades virales.

Además, los alimentos proporcionan calor al organismo, aumentando el consumo de alimentos ricos en calorías. El frío hace que aumente la necesidad calórica y con ello el aumento del consumo de alimentos. También hay que tener en consideración una buena nutrición para fortalecer las defensas del organismo y poder afrontar enfermedades típicas del invierno que los pueda afectar.

Sin estas al cuidado de personas mayores debes saber, que las personas mayores deben tener un horario de alimentación adecuado y equilibrado para preparar su sistema inmunológico para los desafíos que trae esta época. En invierno los adultos mayores tienden a perder el apetito, no tienen ganas de moverse y son reacios a alimentarse.

Con el frío tendemos a dejar de lado el agua, las ensaladas o las frutas. Para evitarlo aconsejamos incluir los siguientes consejos:

1.- Aprovechar las hortalizas o verduras de raíz, durante el invierno es temporada alta de estas verduras (papas, rábanos, zanahoria), son fáciles de cocinar y son ricos en vitaminas A, B y C, además de hierro, fibra y carbohidratos de combustión lenta que los mantienen con sensación de saciedad por más tiempo.

2.- Consumir cítricos, las naranjas, limones, pomelos y todos los demás cítricos se encuentran disponibles durante el invierno ya que es la temporada de ellos, por eso los podemos encontrar con facilidad en las ferias y supermercados. Cuentan con un alto contenido de vitamina C, es importante incorporarlos en la dieta de las personas mayores para reforzar su sistema inmunitario.

3.-Con el frio se puede no sentir la necesidad de beber agua por lo que se aconseja beber líquidos a intervalos regulares entre 6 y 8 raciones, aunque no se tenga sed. Preferentemente agua, jugos de fruta y caldos, sopas e infusiones calientes que aporten la energía necesaria. Conviene limitar las bebidas estimulantes como el té y el café que son diuréticos e inhiben el sueño, bebidas carbonatadas y alcohólicas.

3.- Ácidos grasos Omega 3: las nueces, palta y linaza, son alimentos con ácido graso Omega 3, este ácido graso Omega 3 ayuda a reducir la inflamación y contribuye a frenar enfermedades cardiacas y la artritis.

4.- Incluye vegetales de hojas verdes oscuras, estas cuentan con un alto contenido de vitaminas y antioxidantes. Estos vegetales son: espinacas, brócoli o acelga, además de las vitaminas y antioxidantes aportan fibra que favorece a la digestión.

5.-Durante el invierno disminuyen las horas de luz solar, es sabido que la principal fuente de vitamina D es la luz solar, durante el invierno podemos compensar la falta de luz solar con alimentos ricos en vitamina D como: yema de huevo, mariscos, granos y leche fortificada con vitamina D.