El lumbago es el dolor en la zona lumbar (espalda) de nuestro cuerpo. Esta zona es la comprendida entre el reborde costal inferior y el sacro por la zona dorsal. Es una lesión sumamente frecuente y ocupa prácticamente un 20% de las consultas de medicina general, lo que la transforma en un problema de salud pública. Es un cuadro autolimitado que cede solo habitualmente en tres o cuatro días.

Las personas con más riesgo de sufrir esta lesión son aquellas que no tienen una actividad deportiva constante o aquellas que están sometidas a trabajos de alta exigencia física. Además, está comprobado que un 80% de la población en algún momento de su vida va a sufrir dolor de espalda y de este porcentaje hasta un 60% va a reincidir  dentro de un año (recidivia), de ahí la importancia de tratarlo adecuadamente.

Los dolores en la zona baja de la espalda son frecuentes para personas que se mantienen en la misma postura o realizan actividades que requieren fuerza. Sin embargo, saber diferenciar un dolor de otro, puede prevenir lesiones como micro-contracturas o micro-desgarros musculares, que terminan en algún tipo de lumbago.

Esta molestia se entiende como un dolor extendido desde la última costilla hasta el hueso sacro, que se presenta en tres tipos:

  • Agudo: es el más simple y frecuente. Aparece repentinamente y no dura más de un mes. Es de rápida recuperación y se trata con reposo relativo, calor local, analgésicos y antiinflamatorios.
  • Sub agudo: el dolor se prolonga por más de un mes y se considera anormal. El paciente debe someterse a radiografías, escáneres o resonancias para determinar la causa específica de la dolencia.
  • Crónico: En estos casos el dolor se prolonga por más de tres meses. Y se asocia a un lumbago subagudo que no se trató a tiempo, o a causas más graves.

 

¿Cómo se produce?

Esta patología se puede originar en la musculatura, producto de un desbalance entre los músculos paravertebrales y los abdominales, en el disco. Además, puede haber un dolor referido por otras causas de dolor lumbar, como son problemas renales, cálculos renales e infección a los riñones, entre otros.

Es por esto que las causas se pueden dividir de varias formas, siendo las más frecuentes las contracturas de la musculatura paravertebral, inflamación de la articulación facetaria, problemas en el disco (como son procesos degenerativos), infecciones discales, rupturas del disco y algunas otras infecciones en la piel o problemas de tipo de desbalance muscular y tumores.

Diagnóstico

El diagnóstico es generalmente clínico en casos de lumbago mecánico puro y lumbociática. Rara vez se indica la realización de exámenes en la lumbalgia aguda o subaguda, pero si se deben realizar ante presencia de factores de riesgo. La RM y la TC son los exámenes de elección ante sospecha de alteraciones estructurales de columna. La electromiografía y pruebas de conducción nerviosa permiten evaluar la función de nervios periféricos.

Lumbago mecánico (70%): dolor mecánico lumbar puro, limitado a la parte baja de la espalda y bilateral, aparece en forma aguda, después de alguna actividad física. La exploración física es anodina. Es frecuente el dolor a la palpación en la parte baja de la espalda.

Lumbociática (4%): dolor lumbar radicular, que se irradia siguiendo el dermatomo de la raíz afectada (más frecuente L5-S1). El dolor aumenta con Valsalva y al sentarse, y disminuye en decúbito. Puede acompañarse de alteraciones sensitivas, paresia y asimetría de reflejos. Hay signos radiculares: Tepe, Tepe contralateral, Gowers, Lasègue. Su origen más frecuente es la enfermedad discal. Es muy importante descartar Sd. cauda equina (hipoestesia en silla de montar, dolor perineal, alteración de esfínteres, sd ciático bilateral) ya que es una urgencia.

Tratamiento

El tratamiento a seguir dependerá de la causa del lumbago.

El tratamiento del lumbago mecánico, incluye reposo relativo (no más de 3 días), uso de calor húmedo en área afectada (toallas húmedas calientes). Se puede usar AINEs (por periodos cortos, si no hay contraindicación); los opioides no han demostrado ser significativamente superiores a los AINEs en la lumbalgia aguda. Relajantes musculares como la ciclobenzaprina pueden ser útiles, pero es común la sedación como efecto secundario. Es importante realizar kinesioterapia y ejercicios para fortalecer la musculatura de la espalda después, y manejar aquellas condiciones favorecedoras (sobrepeso, mala posturas)

El tratamiento de la lumbociática es similar al lumbago mecánico, se puede agregar infiltraciones peridurales. Lo normal es que el 90 % responda a tratamiento médico en 6-12 semanas, sin embargo, si no mejora, si hay déficit progresivo o dolor invalidante se debe considerar cirugía

Hay que tener en cuenta que el principal objetivo del tratamiento es tratar de llegar a la causa del dolor lumbar y atacarlo. La rehabilitación (kinésica), es de suma importancia en el tratamiento para disminuir el dolor lumbar y en la eventualidad que tenga una recaída, ésta sea menos intensa.

Por otra parte, el tratamiento puede llegar a ser quirúrgico si es que es una lumbociática producto de una hernia del núcleo pulposo, en la que el dolor no cede con tratamiento antiinflamatorio, kinésico o con infiltraciones.

 

Recuperación

La recuperación va a depender de la causa que originó la lesión. En el dolor lumbar agudo, que tiene menos de tres semanas y que ya empieza un tratamiento, los plazos varían entre una semana y diez días, dependiendo de la intensidad del dolor y la rehabilitación. Ésta última, inicialmente, consta de diez sesiones de kinesiología, lo más importante es que el paciente aprenda una rutina de ejercicios que después pueda seguir haciendo por su cuenta todos los días.

Hay que tener en cuenta que esta es una lesión tan común que las posibilidades de volver a tener un dolor lumbar son altas en un plazo de uno a dos años. Por eso es importante el tratamiento, un diagnóstico preciso y, lo más importante, realizar una buena rehabilitación.

 

Prevención

La mejor forma de prevenir esta patología es teniendo un buen balance muscular, hacer deporte constantemente y fundamentalmente no fumar, ya que la irrigación del disco y de las estructuras de la columna son terminales, por lo tanto las últimas arterias, las más finas, van llegando a la columna, por lo que son las primeras en taparse cuando se fuma. También hay que tener cuidado al mover objetos pesados y hacerlo con precaución.

 

Aspectos esenciales 

  • Más del 90% de los lumbagos son mecánicos
  • Afecta a personas jóvenes en edad laboral, siendo una de las primeras causas de ausentismo laboral
  • El diagnóstico es clínico
  • Es un cuadro de origen agudo autolimitado, cuyo tratamiento se basa en reposo, analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares.
  • Siempre se deben buscar banderas rojas, ya que la presencia de estas orientan a lumbago de origen inflamatorio (infeccioso, inmunológico, tumoral o traumático), en cuyo caso se necesita realizar estudio.

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