La pandemia no ha pasado, sigue entre nosotros. Pero, al mismo tiempo, vemos cómo poco a poco se han ido retomando diversas actividades tanto a nivel laboral como educativo. Sin ir más lejos, escuelas y colegios abrieron sus puertas a la presencialidad desde marzo. Moverse por las principales ciudades del país es similar a lo que teníamos previo a la llegada del coronavirus.

En medio de este escenario, y viviendo ya la temporada de otoño-invierno, los y las especialistas advierten que existe un aumento marcado de las enfermedades respiratorias donde estas van claramente al alza. A diferencia de los años anteriores- este 2022 podría existir mayor presencia de enfermedades respiratorias. En 2020, prácticamente no hubo circulación de virus estacionales. Lo mismo ocurrió en 2021, donde se experimentó una baja considerable de casos.

Esta cantidad de virus circulando en el ambiente, más las alergias y contaminación ambiental e intradomiciliaria, provocan más hiperreactividad y aumento de las secreciones en los niños, provocando un aumento de la demanda de kinesiterapia respiratoria.

La kinesiterapia respiratoria incluye una serie de maniobras kinésicas destinadas a facilitar la expansión del tórax y así favorecer la eliminación de secreción de la vía aérea a través de una tos más efectiva, de modo que las secreciones se puedan movilizar con mayor facilidad dentro del aparato respiratorio, esto es muy importante, ya que la mayoría de los niños no saben toser o poseen una tos poco efectiva por lo que las secreciones no son expulsadas y permanecen en el aparato respiratorio aumentando la posibilidad de infectarse. Si bien la terapia hace que los niños se angustien y lloren, no es una maniobra dolorosa.

Estos procedimientos incluyen un conjunto de maniobras manuales, ejercicios respiratorios, posiciones y procedimientos terapéuticos, que tienen como objetivo principal optimizar la ventilación.

Entre las técnicas respiratorias más comúnmente utilizadas se encuentran la permeabialización de la vía aérea a través de vibropresiones, drenaje bronquial, redistribución de flujo y tos asistida.

Al eliminar las secreciones se mejora la ventilación, sin embargo, con frecuencia, la hipersecreción bronquial se acompaña con obstrucción bronquial, y cuando esta última es grave no se debe someter al niño a kinesiterapia respiratoria, ya que puede favorecer o aumentar la obstrucción. En la medida que el niño empieza a desobstruirse, esta maniobra es fundamental.

La kinesiterapia respiratoria debe ser indicada por un médico y realizada por un kinesiólogo entrenado en el manejo en niños y en las técnicas que deben emplearse sobre el tórax, ya que es una estructura muy flexible en los pequeños, que protege el pulmón con características particulares muy distintas a las del adulto.

KINESITERAPIA RESPIRATORIA EN NIÑOS - Kineplanet

Una vez prescrita la terapia kinésica es importante comenzar lo antes posible, ya que éste es un apoyo y complemento en el tratamiento de patologías respiratorias y en todas aquellas condiciones en que esté afectada la función pulmonar. La cantidad de sesiones de kinesiterapia que se indica depende de la gravedad del paciente y de la evolución que tenga durante el tratamiento, la periocidad de las sesiones se debe realizar de forma diaria o como máximo día por medio (pacientes con diagnósticos leves).

  

Bibliografía

Mackenzie C., Klemic I. Kinesiterapia del Tórax en Unidades de Terapia Intensiva. Editorial Médica Panamericana S.A. Buenos Aires, Argentina 2020.

Arellano, D. Técnicas kinesiológicas: Fundamento y aplicación. Apuntes estadía en Kinesiología Intensiva. s.l. : Departamento de Kinesiología. U de Chile, 2000.

McCarren B, Alison JA, Herbert RD. Manual vibration increases expiratory flow rate via increased intrapleural pressure in healthy adults: an experimental study. 2006, Australian Journal of Physiotherapy, Vol. 52, págs. 267-271.

 

 

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