Con el pasar de los años, las personas reabsorben más calcio y fosfato que el que incorporan en el esqueleto. Esto hace que las estructuras óseas se vuelvan más frágiles y quebradizas, y por lo tanto, más propensas a fracturarse. Cuando esto sucede se habla de osteoporosis o una osteopenia, que es el estado previo.

Esta patología ha aumentado en el último tiempo, se estima que en Estados Unidos, entre 2010 y 2020, el número de personas con osteoporosis crecerá de 12 a 14 millones, asimismo, las cifras de fracturas se duplicarán. Esto es debido a varios factores, el más importante es la mayor expectativa de vida y el envejecimiento poblacional. Además, incide la baja ingesta de lácteos, la modificación de hábitos de vida y la alta deficiencia de Vitamina D en la población. 

También es importante destacar que esta enfermedad afecta más a las mujeres porque, en la menopausia, ellas dejan de producir estrógeno, hormona que tiene un importante rol frenando la reabsorción ósea.

Diagnóstico y Tratamiento

Es difícil detectar las primeras manifestaciones porque la osteoporosis no produce síntomas, de tal modo que la única sospecha clínica es ante la ocurrencia de fracturas, especialmente, si estas se producen en la edad media de la vida.

Para realizar el diagnóstico de osteopenia u osteoporosis, las personas deben ser sometidas sistemáticamente a un estudio de densitometría ósea, el que está indicado a los 65 años para las mujeres, y a los 70 para los hombres. Este examen debe realizarse antes si hay factores de riesgo adicionales de osteoporosis.

Existen diversos fármacos anti-reabsortivos y anabólicos que han demostrado su eficacia tanto en aumentar la masa ósea como en reducir el riesgo de fracturas. Entre ellos se encuentran los bifosfonatos de uso oral o inyectables, y otros medicamentos inyectables como son el teriparatide y el denosumab. 

¿Se puede prevenir la osteoporosis?

Se puede evitar si, entre la adolescencia y los 30 años, se toman ciertas medidas que contribuyen a lograr la mayor cantidad de masa ósea posible.

Los factores que favorecen la prevención son básicamente llevar un estilo de vida saludable:
– Realizar ejercicio físico regularmente.
– Ingerir calcio, en cantidad adecuada, preferentemente a través de lácteos.

En una persona que ya tiene masa ósea reducida, también debe asegurarse una adecuada ingesta de lácteos, además de suplementos de calcio y vitamina D.