En esta época del año, el verde comienza a llenar las ramas de los árboles y los jardines, escenario que anuncia la llegada de la primavera y, con ella, de la rinitis alérgica, un problema que sufre un grupo importante de personas, desde niños hasta adultos. Este cuadro afecta a aproximadamente el 30% de la población y puede provocar gran impacto en la calidad de vida.

La rinitis alérgica es la inflamación de la mucosa nasal y en ocasiones también ocular (rinoconjuntivitis alérgica). Se presenta con picazón, lagrimeo, estornudos, mucosidad o congestión de nariz y, a veces, también de los ojos. Generalmente, la temporada de mayor rinitis alérgica comienza en septiembre y se extiende hasta marzo. Primero polinizan el plátano oriental y otros árboles, luego los pastos y finalmente las malezas. Por lo tanto, algunas personas presentan más síntomas en primavera y otras en verano. Dependiendo de la sustancia a la que sean alérgicas.

Es muy importante identificar cuál es el elemento presente en el ambiente que produce la reacción (alérgeno) y recibir un tratamiento adecuado, ya que de lo contrario aumenta el riesgo de sufrir complicaciones como infecciones recurrentes de la vía aérea y de desarrollar asma bronquial.

¿Cómo saber a qué se es alérgico?

En el caso de la rinitis alérgica, el examen utilizado para identificar las sustancias que producen una reacción de este tipo es el test cutáneo (prick test). Puede efectuarse a personas de cualquier edad, desde niños pequeños hasta adultos mayores.

Es un procedimiento rápido, bien tolerado y de alta efectividad que consiste en poner en el antebrazo, sobre la piel sana y desinfectada, gotas de extractos de alérgenos, como pólenes de pastos, malezas, árboles, entre otros. Luego se hace un pequeño rasguño para que penetren en la epidermis. A los 15 minutos, se evalúa qué sustancias causaron una reacción (roncha o pápula). Dependiendo de su tamaño y de la edad del paciente, se considera el resultado positivo o negativo. Lo más importante es identificar al enemigo para entregar el tratamiento correcto.

Es importante señalar que las personas que ya han tenido alergias en temporadas anteriores. Deben acudir al especialista para tomar las medidas necesarias antes de que comiencen los síntomas

Existe una serie de opciones para aliviar los síntomas. Entre ellas antihistamínicos orales, productos intranasales (que son corticoides de acción local) y gotas para los ojos.

Actualmente, se indica también como tratamiento para la rinitis alérgica la inmunoterapia alérgeno específica, alternativa capaz de ofrecer un alivio de los síntomas a largo plazo, además de producir una alteración en la historia natural de la enfermedad, pudiendo incluso llegar a curarla. Este tratamiento consiste en administrar mensualmente vacunas con cantidades graduales y crecientes de extractos de la sustancia que produce alergia, con el fin de generar una respuesta de tolerancia a este elemento y así lograr disminuir o eliminar los síntomas al momento de exponerse de forma natural a él. Esto, a su vez, puede evitar que la rinitis evolucione a asma bronquial y que se desencadenen alergias a otras sustancias ambientales. El tratamiento completo dura entre tres y cinco años. Y permite estar con menos síntomas o sin ellos por diez años o más.