La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa y de «desgaste» que se presenta con mayor frecuencia en personas de edad avanzada, pero que también puede ocurrir en personas más jóvenes debido a lesiones previas en la rodilla. El cartílago se desgasta gradualmente, disminuyendo la protección de los huesos.
La rodilla es una de las articulaciones del esqueleto humano en la que con más frecuencia se desarrolla artrosis. La razón de esto, en comparación con otras articulaciones del cuerpo, es porque la rodilla es una articulación «de carga», es decir, tiene que soportar el peso del cuerpo y de los objetos que transportamos, cuando permanecemos de pie o cuando nos desplazamos caminando, corriendo, subiendo o bajando escaleras.
La artrosis de rodilla, por lo general, se desarrolla lentamente, aunque puede cursar con descompensaciones espontáneas (artrosis primarias). En ocasiones la artrosis es debida a lesiones previas de la rodilla, tanto ligamentosas como meniscales o del cartílago, acelerando la aparición de los síntomas (artrosis secundarias).
La o las causas de la artrosis son todavía desconocidas a día de hoy. No obstante, existen una serie de factores de riesgo que se asocian con su aparición:
- Sexo: afecta especialmente a mujeres de entre 50 y 55 años
- Edad: aumenta de forma exponencial a los 50 años
- Genética: puede tratarse de una enfermedad hereditaria
- Actividad laboral: la repetición constante de movimientos articulares puede llevar a la sobrecarga articular.
- Actividad física elevada.
- Menopausia: la disminución de los niveles de estrógenos es un factor de riesgo.
- Obesidad: puede agravar la artrosis en articulaciones como las rodillas
- Traumatismos: fracturas y lesiones pueden desencadenar la artrosis
¿Cuáles son los síntomas de la artrosis de rodilla?
El síntoma fundamental del paciente con artrosis de rodilla es el dolor. Al principio, el dolor es muy leve, solo aparece cuando se ha realizado una actividad física muy importante y cede rápidamente con el reposo.
Cuando la enfermedad se ha establecido, es normal que el paciente note mayores molestias cuando empieza a caminar, mejorando los síntomas después de llevar un rato andando. Al dolor se le añade una sensación de rigidez y de dificultad para flexionar y extender la pierna, que es también más intensa después de haber permanecido mucho tiempo en reposo. Otro síntoma es la sensación de chasquido, que se produce al flexionar la rodilla.
El dolor en la rodilla es mayor cuando se sube y se baja escaleras, cuando el paciente se pone en cuclillas y cuando se camina por un terreno irregular. En artrosis más severas, el paciente puede notar síntomas incluso en reposo.
Con un esfuerzo físico mayor del habitual (un paseo más largo, por ejemplo), el dolor se reagudiza, se hace continuo e, incluso, la rodilla se hincha por formarse un derrame.
Los síntomas más habituales son:
- Dolor en la rodilla.
- Fallo de la pierna al cargar en ella.
- Inflamación de la articulación.
- Rigidez de la articulación.
En los casos en los que se alcanzan fases más avanzadas de la enfermedad, además del dolor, que se hace más continuo e intenso, el paciente sufre una disminución en los movimientos que puede realizar con la rodilla (por ejemplo, no puede flexionar o extender completamente la pierna).
También pueden aparecer ciertas deformidades de la articulación y alteraciones en la alineación de los huesos, con arqueamiento de la extremidad inferior. Es habitual que el paciente cojee al caminar y que la rodilla se debilite, notando el enfermo con alguna frecuencia una sensación de «fallo» en la rodilla al dar los pasos.
Tratamientos para la artrosis de rodilla
El principal objetivo del tratamiento de la artrosis es mejorar el dolor y la incapacidad funcional sin generar efectos secundarios que puedan afectar al paciente.
El primer paso es la concienciación, ya que evitar los factores de riesgo es fundamental para evitarla o para ayudar a que los efectos sean lo menos invalidantes posibles.
A su vez, el paciente tendrá una tabla de ejercicios personalizada y adaptada que deberá realizar con el kinesiólogo para mejorar su enfermedad.
- Antiinflamatorios y/o analgésicos: en ocasiones el dolor es demasiado agudo debido a la inflamación de la zona. En estos casos se pueden recetar antiinflamatorios y analgésicos para reducir la inflamación y mitigar el dolor
- Medicamentos condroprotectores: son específicos para tratar la artrosis a largo plazo, ya que actúan directamente sobre la articulación. Alivian el dolor y mejoran la movilidad, además de atacar la enfermedad de raíz ralentizando su progresión. En los condroprotectores se encuentran glucosamina, ácido hialurónico.
- Cirugía: en el caso de que la enfermedad se encuentre muy avanzada, se puede optar por la cirugía protésica, en este caso, una prótesis de rodilla, sea parcial o total.
Kinesioterapia
Los ejercicios que se recomiendan son de flexibilidad de bajo o ningún impacto, que mejoren el tono muscular y la movilidad de la articulación; realizarlo tres veces por semana, puede mejorar la calidad de vida de una persona al aumentar sus capacidades. Las actividades en el agua incrementan, también, la capacidad cardiovascular. Mejorar la calidad de vida es la mejor manera de retardar las necesidades de una prótesis.
REFERENCIA:
- https://www.clinicalascondes.cl/BLOG/Listado/Traumatologia/artrosis-de-rodilla-sintomas-tratamientos
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