La lactancia materna es la forma de alimentación que contribuye con mayor efectividad al desarrollo físico y mental del niño. Proporcionándole nutrientes en calidad y cantidad adecuadas. Se recomienda que el niño reciba leche materna en forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida y que constituya parte importante de la alimentación hasta los dos años. Las curvas de crecimiento confeccionadas a partir del peso y talla de niños alimentados con leche materna exclusiva los primeros seis meses de vida, muestran un crecimiento superior al de las de referencia basadas en los pesos de niños con lactancia mixta o artificial.

La leche materna ha sido definida como un fluido bioactivo, que permite a los niños así alimentados tener menor riesgo de contraer enfermedades infecciosas y presentar menor incidencia y severidad de éstas. La leche humana contiene una variedad de elementos inmunológicos que destruyen bacterias, virus y parásitos. Esta propiedad es más relevante en países en desarrollo con elevadas cifras de morbimortalidad infantil por enfermedades diarreicas u otras infecciones. La leche humana, además de dar inmunidad pasiva al niño, acelera la maduración de sus órganos y sistema inmunológico.

Ventajas para el recién nacido

  1. Es el alimento óptimo: Proporciona los nutrientes necesarios, como proteínas, carbohidratos y grasas saludables.
  2. Mejora el desarrollo cognitivo, psicomotor y sensorial del niño.
  3. Tiene una fácil digestibilidad: Esto permite que se eliminen de mejor forma los gases y deposiciones.
  4. Aporta inmunidad natural: La leche materna contiene anticuerpos, que protegen al niño de numerosas enfermedades infecciosas.
  5. Permite una menor probabilidad de desarrollar alergias, diabetes y obesidad.
  6. Tiene un efecto protector frente a la muerte súbita.

Ventajas para la madre

  1. Reduce las posibilidades de hemorragias postparto. La succión de la guagua produce segregación de oxitocina, cuya función principal es producir la eyección de la leche, pero también favorece la retracción uterina.
  2. Ayuda a recuperar el peso. Al amamantar, la madre quema más calorías de lo normal, ayudándola a volver al peso que tenía antes del embarazo.
  3. Disminuye el riesgo de cáncer de mama y de ovarios.
  4. Tiene un efecto tranquilizador. Las hormonas de la lactancia ayudan a la madre a mantener la calma, a pesar del sobrecargo de actividades.